***Spoiler Alert***
En la entrega pasada comenté sobre el panorama tan sombrío que se anticipa para la familia Roy, protagonista de la exitosa serie de HBO, Succession. Ahora emito mis recomendaciones (con la aclaración que no lo haría de este modo si se tratara de un caso real).
Recomendación 1 – Tener conciencia del panorama familiar y empresarial
Para que una familia pueda aspirar a superar sus dificultades, en primer término debe estar determinada a querer sobreponerse, pues para ello se requiere destinar energía, voluntad y disciplina.
El problema surge a raíz de la naturaleza de las relaciones familiares. En estas, ya sea para evitar el dolor, ansiedad o miedo a enfrentar los asuntos no resueltos, tendemos a aplazar las decisiones, o bien, evitamos hacer lo correcto por temor a enfrascarnos en una situación incómoda o perturbadora.
Es por eso que es indispensable que todos los miembros de la familia estén claros de lo que les espera si no hacen nada. Como apunté anteriormente, el riesgo de ruptura y pérdida del patrimonio de la familia Roy es “inminente”.
Si todos son conscientes de ello y aún así deciden no actuar, están en todo su derecho, pero es su deber entender las consecuencias de sus acciones y omisiones.
Recomendación 2 – Definir quién está dentro y quién fuera
Una vez que se tiene conciencia plena de la situación, es posible que solo algunos miembros de la familia tengan interés en modificar las cosas. ¿Qué pasaría si Logan Roy, el patriarca, no tuviera la intención de cambiar, pero sus hijos sí; o viceversa?
En la entrega pasada mencioné que Logan padece el síndrome del Minotauro, por lo que es difícil que esté dispuesto a alterar el status quo. Si bien dice que lo hace todo por su familia, en realidad lo hace sin la familia. Si acaso, quienes tendrían mayores motivadores para arreglar la situación serían los hijos Kendall, Shiv y Roman, como ocurrió al final de la tercera temporada.
Es importante que se manifiesten los que realmente estén convencidos en hacer un cambio y quienes no, pues de ello depende la planeación y el enfoque de lo que se pretende hacer y cómo hacerlo.
Recomendación 3 – Definir cómo quieren organizarse
Una vez que se estableció con quién se cuenta —supongamos que Kendall, Shiv y Roman— se tendría que definir cómo quieren organizarse; si como socios con un patrimonio colectivo, o bien, que cada quien tenga su propio patrimonio de manera individual.
Esto es particularmente delicado, pues el patrimonio conjunto o colectivo presenta desafíos que se tienen que sortear con acuerdos y reglas claras de cómo se administrarán las empresas y el patrimonio, quién o quiénes serán los responsables, remuneraciones, rendición de cuentas, cláusula de separación, etc.
En el caso de los hermanos Roy Collingwood existe otra pregunta que deberían contestar antes: ¿esperarán a que su padre falte para recibir la herencia —o lo que quede de ella— para organizarse, o bien, intentarán de nueva cuenta derrocarlo para asumir el control?
Recomendación 4 – Definir objetivo común y roles
Supongamos que Kendall, Shiv y Roman deciden trabajar conjuntamente y que Waystar Royco no se acaba vendiendo —como parece que sucederá según lo anunciado en el final de la tercera temporada—, ¿cuál sería el objetivo común para los hermanos Roy? O supongamos que efectivamente se vende la empresa, ¿cuál sería su objetivo ya sin una empresa que administrar?
Un punto delicado son los roles que adoptaría cada miembro de la familia. Por ejemplo, lo ideal sería convencer a Logan de que no tiene que retener la posición de CEO para seguir siendo líder. Conozco casos de éxito de patriarcas que han permitido y promovido el relevo generacional a tiempo y conservan el liderazgo familiar.
En el caso de los hijos, ¿cuál de ellos será el más competente para asumir la responsabilidad de gestionar el patrimonio de la familia? ¿todos? ¿ninguno?
Recomendación 5 – Trabajar 24/7 para el objetivo común
La familia Roy tiene un handicap para su preservación, por lo que no tiene tiempo que perder pues ya va tarde para enmendar los muchos desafíos que les esperan en todos los ámbitos: familiar, empresarial, social, etc.
Es por eso que deben empezar hoy y trabajar día y noche si realmente quieren sobrevivir como familia y empresa. De nada sirve seguir las recomendaciones anteriores si no existe el compromiso genuino y disciplinado de luchar por el objetivo común de la preservación de la familia, de manera sistemática y decidida.