Mi opinión sobre la familia Roy (Succession) 1/2

***Spoiler Alert***

Desde que se estrenó la primera temporada de Succession, aclamada serie de HBO, me han preguntado mi opinión sobre la familia Roy y mis recomendaciones para la continuidad de Waystar Royco, el emporio consistente en un conglomerado de medios de comunicación (televisiones, periódicos, webs, hoteles, parques de atracciones, etc.) propiedad del patriarca Logan Roy¹.

La trama central de la zaga consiste en cuál de los hijos de Logan será “el elegido” para continuar como cabeza de la familia y la empresa; quién tendrá la responsabilidad de ser el continuador, administrador, líder y responsable de mantener y hacer crecer los negocios familiares.

Pero no se trata de una familia cualquiera. Además de ser multimillonarios tienen más poder que otras familias similares, pues al ser dueños del conglomerado de medios más influyente en Estados Unidos, su dominio y poder político llega a ser tal hasta influir en la elección del presidente (como ocurre en el episodio seis de la tercera temporada).

De esta manera no solo está en juego la familia, los negocios y el patrimonio, sino el acceso a un poder monumental que, en el caso de la familia Roy, provoca una mayor codicia por acceder al trono.

En este entorno se desata la lucha brutal por el liderazgo del emporio, pero envuelto en un cóctel explosivo: violencia, agresión psicológica y física, manipulación, rechazo, promesas incumplidas, narcisismo, tres matrimonios, hijos de relaciones distintas, abuso de sustancias, entre otros.

Es desolador ver una familia con un legado tan prometedor, pero al mismo tiempo con un cuadro tan devastador y sombrío.

Por lo general, soy optimista en los casos que me solicitan consejo, pero en este en particular, no veo un futuro alentador para la Familia Roy. Si bien existen tres posibles salvadores, todos ellos tienen dificultades que a continuación expongo:

Logan Roy

El primero en la lista es el líder y patriarca Logan Roy, quien es el primer transgresor del código de la preservación de la familia. Lamentablemente padece del síndrome del Minotauro, pues no se percata que está preso en su propio laberinto y engulle de un bocado a todo aquel que quiera destronarlo.

A sus 84 años persiste en permanecer como rey absoluto. Su resistencia por hacer el relevo generacional ha puesto en riesgo no solo el futuro de su familia y empresa, sino también del esfuerzo de toda su vida.

Me ha tocado constatar que cuando el fundador de una empresa que duda en hacer un plan de sucesión se ve afectado de alguna enfermedad o situación que lo pone en riesgo de perder su vida hace las gestiones para ceder la estafeta. Sin embargo, Logan Roy (a pesar de sufrir un derrame cerebral en la primera temporada y un brote de demencia en la tercera) mantiene intacta su convicción de perpetuarse.

Por lo que se aprecia de la serie, lo más desalentador es que Logan Roy, a pesar de que debe sufrir considerablemente, no tiene interés de solicitar la ayuda que lo pueda orientar en  tramitar de mejor manera la sucesión².

Por la edad, circunstancias y reacciones debe sentirse vulnerable, inseguro, ansioso, insatisfecho, frustrado y perseguido, por lo que es natural que defienda su posición como si —literalmente— la vida se le fuera en ello. 

El Minotauro piensa que la única manera de conservar su existencia es manteniendo el status quo; no está dispuesto a ceder, pues si lo hace, fallece. Y en ese aspecto tiene razón, pues necesariamente debe “morir” para que pueda renacer un Logan Roy consciente, objetivo, tolerante y sabio, con otro rol y función en beneficio de todos. Pero hasta que no esté dispuesto a hacer ese sacrificio, los sacrificados serán sus familiares³, empresa y legado; y entre más tarde lo haga, mayor será la magnitud de la pérdida. 

Hijos

La segunda vía de rescate podría provenir de los propios hijos (sobre todo Kendall y Shioban). Ellos, ante la trasgresión del padre de aferrarse al poder y no permitir que ellos surjan, tendrían que destronarlo por el mejor interés de la familia. Pero esa vía tiene un precio altísimo que habría que pagar. 

El parricidio deja al “hijo-verdugo” con un torrente de culpa que, si —más allá de la ambición— no posee una convicción auténtica, no es fácil de superar. Y es que en ese caso, el usurpador no sería el parricida, sino el padre ocupando un sitio que ya no le corresponde y que no permite el desarrollo de la siguiente generación. Cada día que transcurre es un clavo más en el ataúd de la familia, la empresa y el legado.

Se requieren agallas y gran capacidad para enfrentar no solo al padre, al monstruo y al tirano, sino también para resistir al “estigma” del parricida y posteriormente tener los tamaños para liderar competentemente a la familia y la empresa.

No es un reto para cualquiera, en donde los hermanos mayor y menor (Connor y Roman) parecen de antemano descalificados, pero Kendall y Shiv demuestran que tampoco están a la altura. De hecho, Kendall es el que más cerca ha estado de lograrlo, pero tal parecería que cuando ya tiene a merced a su presa para la estocada fatal es indulgente y le perdona la vida, y el indultado no pierde la oportunidad para reponerse y retomar fuerza.

Quizá Kendall no tiene los arrestos para hacerlo, pero también porque posiblemente no está listo para asumir el control de su propio destino. En otras palabras, no tiene la madurez para “crecer” y convertirse en “adulto”; esto es, asumir las consecuencias de sus actos y los problemas de otros como propios.

No se trata solo de ser valiente y competente, sino de tener la  estabilidad emocional y la madurez para afrontar un reto de esa dimensión. Ahí también fallaron tanto Logan Roy como su esposa y madre de sus hijos, Caroline Collingwood, quienes no se esforzaron en el desarrollo integral de sus hijos.

Empresa Familiar

La última opción para salvar la situación sería la propia empresa familiar, en donde si su futuro fuera prometedor podría brindar margen de maniobra para permitir que Logan Roy “se convenza” de ceder la estafeta, o bien, la naturaleza haga su trabajo y fallezca. 

El problema es que tampoco es factible este escenario pues el modelo de negocios de Waystar Royco quedó obsoleto hace años y ahora lucha por sobrevivir en un entorno en donde el streaming representa una competencia mayúscula y donde los socios quieren hacer una “compra hostil”.

Así pues, la Empresa tampoco puede ayudar a la familia, sino que aquella necesita de esta, pues su situación es delicada a tal grado que requiere urgentemente de un liderazgo fresco, capaz, moderno, competente y visionario.

El futuro de la familia Roy tiene una daga en el corazón y por tanto no es aventurado un diagnóstico de riesgo de ruptura y pérdida del patrimonio como: INMINENTE.

En la siguiente entrega daré mis recomendaciones a la Familia Roy para bajar el nivel de riesgo al que están expuestos.

Notas:

¹ Me había resistido, pues es complejo emitir una opinión sin conocer todos los detalles ni haber platicado de primera mano con la familia, pero como en este caso se trata de ficción, bien vale la pena “llenar los huecos” con la imaginación, con la advertencia que no me atrevería a especular, ni divulgar información si se tratara de un caso real.

² Cuando en el capítulo siete de la primera temporada solicita ayuda de un consultor, su intención no es genuina, sino únicamente para tratar de “limpiar su imagen”. Al no ser auténtico, sus hijos se percataron de la puesta en escena y se perdió la oportunidad. En mi opinión, fue un error del consultor haber realizado una sesión grupal cuando no estaban las condiciones propicias para ello.

³ Como cuando al final de la segunda temporada quiso sacrificar a Kendall, para salir librado de las acusaciones de abuso sexual y corrupción de la empresa.